El cementerio de Haina está tan desordenado como el pueblo mismo. |
Son las 10 de la mañana
y es diciembre, este es un mes que remueve la nostalgia, la gente se recuerda
de sus muertos entonces aumentan las visitas al cementerio. El de Haina no es excepción
y se ven más personas de lo habitual.
En el centro del camposanto dos mujeres
sudorosas y tristes limpian una tumba, lo hacen en silencio, compungidas. A la
izquierda casi en la entrada tres hombres afanosos construyen una, dos, tres
tumbas, lo hacen casi en medio de la callecita
de acceso.
Una realidad brumosa y dolorosa, la gente tiene que enterrar
a sus muertos donde encuentra, al dolor de la muerte se
une la angustia de no saber que hacer.
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´El cementerio
está lleno y no hay tierra para ampliarlo´´. Con estas palabras me responde uno
de los albañiles a la pregunta que le hago sobre por qué construyen tres tumbas
al mismo tiempo. ´´ -hay que asegurar el terreno si no lo haces y se te muere
alguien no tienes donde enterrarlo o tienes que pagar mucho´´.
De repente entiendo
lo precario de la situación. ¡Un pueblo sin cementerio! Un problema que es quizás
el único que faltaba en este municipio de casi 200 mil personas y es que es un
rosario de lamentos.
Haina tiene altos niveles de contaminación, serios
problemas de servicios, a pesar de ser un centro industrial padece una alta tasa de desempleo y sufre de larguísimos apagones; aunque concentra el 50
por ciento de la generación de energía eléctrica
del país. Muchas razones para uno
morirse.
En Haina han habido dos
cementerios; el primero en Los Desamparados lugar donde estaba ubicado el poblado antes de la construcción del Ingenio Rio Haina por Trujillo en la década del cuarenta. Este duró muchos años hasta que la población
creció al influjo de la nueva industria
azucarera en la parte baja más cerca del rio y de
la playa.
Entonces, Trujillo construyó
primero la iglesia y luego un cementerio. Este segundo cementerio se ´´llenó´´ hace mucho pero ni fue sino hasta el año 2007
cuando se habilitó una ampliación en unos terrenos cercanos.
El anterior cementerio
duró más de sesenta años, el nuevo más grande solo ocho. ´´Cuando este
cementerio se amplió mucha gente con poder se cogió terrenos y construyó nichos
y tumbas grandes´´. ´´Hasta las parcelitas en el cementerio
se roban aquí´´. Me cuentan los albañiles.
Miro el reloj son las doce, el
sol está en el cenit. En el centro del
pueblo se ve un mar de gente y una bulla caliente. Un inacabable desfile de motocicletas
te impide cruzar la calle. La camisa se pega al cuerpo, parece que hace aquí más
calor que en otros sitios, o es solo una ruidosa sensación.
Entro a un
colmadón; Patrón Rodríguez se llama, pido una botella de agua. Se escucha muy fuerte
una bachata. Por encima de la música alguien grita; ´´Dios Mátame nunca.´´ Ruego
por que así sea, porque por lo visto, si
muere habría que enterrarlo en el patio de su casa.
Esta muy interesante este articulo Carlos y te felicito, ya que nuestro pueblo vive en una burbuja donde a nadie parece preocuparle la situación por la que atraviesa ya que al parecer es mas importante tomarse el trago y la botella antes que poner asunto a lo que realmente es importante. El caso de ese cementerio es sumamente preocupante ya que no es solo que no hay espacio sino que como tu también dices del espacio que había se aprovechó un grupito para construir mansiones no panteones para esperar a ver si se le muere un familiar y enterrarlo en un lugar confortable.
ResponderEliminarAsi es Anduryn gracias por el seguimiento.
ResponderEliminarAsi es Anduryn gracias por el seguimiento.
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